Nutrimentos
“NUTRIMENTOS”
PROTEINAS: Las proteínas son
moléculas formadas por aminoácidos que están unidos por un tipo de
enlaces conocidos como enlaces peptídicos.
a) Las
características sensoriales resultan de más importancia para el consumidor que
el valor nutricional, el que frecuentemente se altera para lograr buenas
cualidades organolépticas, como textura, sabor, color y apariencia, las que a
su vez son el resultado de interacciones complejas entre los ingredientes.
Las proteínas presentan una estructura
compleja que implica diferentes niveles; estos reciben los siguientes nombres:
Estructura primaria: Se refiere a la secuencia de aminoácidos
Estructura secundaria: Se refiere a las características
conformacionales que adopta la macromolécula en virtud de la presencia de
puentes de hidrógeno, que determinan la formación de plegamientos locales y dan
así lugar a hélices alfa o láminas beta.
Estructura terciaria: La presencia de más interacciones químicas
entre los componentes de la macromolécula (por ejemplo, puentes disulfuro,
interacciones hidrofóbicas) propician un plegamiento o enrollamiento aún mayor,
que determina la denominada estructura terciaria, a partir de la cual se
originan proteínas globulares o fibrosas.
Estructura cuaternaria: Se origina por la asociación de dos o más
estructuras terciarias.
El orden y la disposición de los aminoácidos dependen del código genético de cada persona. Todas las proteínas están compuestas por:
El orden y la disposición de los aminoácidos dependen del código genético de cada persona. Todas las proteínas están compuestas por:
Carbono,
Hidrógeno, Oxígeno, Nitrógeno y la mayoría contiene además azufre y fósforo.
b) Los
aminoácidos son las unidades monomericas de las proteínas. Todos los
aminoácidos constan de dos grupos funcionales, un grupo “Carboxilo” (-COOH) y
un grupo amino (-NH2).
Las
propiedades funcionales permiten el uso de las proteínas como ingredientes en
alimentos, aunque generalmente se incorporan en mezclas complejas.
Estos
grupos son funcionalmente importantes porque los enlaces covalentes que se
establece en el grupo
Las
proteínas de los productos cárnicos son dependientes de las proteínas
musculares (actina, miosina, actinomiosina y proteínas de la carne solubles en
agua). La textura y las propiedades de cuajado de los productos lácteos se
deben a la estructura coloidal de las micelas de caseína; y la estructura de
algunos pasteles y las propiedades espumantes de algunos postres o productos de
confitería dependen de las propiedades de espumado y gelificación de las
proteínas de la clara de huevo.
c) Los elementos
químicos que forman las proteínas son:
·
Carbono.
·
Hidrógeno.
·
Oxigeno.
·
Nitrógeno.
·
Proteínas
simples.
·
Las
proteínas son macromoléculas compuestas por carbono,
hidrógeno, oxígeno y nitrógeno. ...
·
Proteínas
conjugadas.
d)
Reacciones
de reconocimiento de Proteínas:
1. Reacción de
la Ninhidrina
La ninhidrina es específica para aminoácidos
y proteínas, para diferenciar entre carbohidratos y aminoácidos y proteínas.
Reacciona con todos los α-aminoácidos contenidos en la proteína dando lugar a
la formación de un complejo color purpura cuyo pH se encuentra entre 4 y 8, a
excepción de la prolina e hidroxi-prolina que dan lugar a complejos de color
amarillo. Este complejo colorido (llamado púrpura de Ruhemann) se estabiliza
por resonancia, el cual es independiente de la coloración original del
aminoácido y/o proteína.
Esta prueba es positiva tanto para proteínas
como para aminoácidos. Por ejemplo, en aquellos casos donde la prueba de
Biuret es negativa y positiva la de Ninhidrina, indica que no hay proteínas,
pero si hay aminoácidos libres.
Aplicación: Ésta prueba es comúnmente usada
en química forense para detectar huellas dactilares, debida a que en dichas
huellas quedan restos de aminoácidos de proteínas que pueden reaccionar dando
el color característico (2); además de las pruebas cualitativas para la
identificación de proteínas en algunos productos naturales y procesados.
2. Reacción de Biuret: Reactivo formado por una solución de sulfato
de cobre en medio alcalino, este reacciona con el enlace peptídico de las
proteínas mediante la formación de un complejo de coordinación entre los iones
Cu2+ y los pares de electrones no compartidos del nitrógeno que forma
parte de los enlaces peptídicos, lo que produce una coloración rojo-violeta
presentando un máximo de absorción a 540 nm (2–4).
Aplicación:
El método normalizado se usa normalmente para la cuantificación de proteínas
totales.
3. Reacción de Millon: Este reactivo
está formado por una mezcla de nitrito y nitrato mercúrico disuelto en ácido
nítrico. Esta reacción se lleva a cabo con residuos fenólicos, es decir
proteínas que contienen tirosina para la formación de nitrotirosina. Las
proteínas se precipitan por acción de los ácidos inorgánicos fuertes del
reactivo, dando un precipitado blanco que se vuelve gradualmente rojo al
calentar por formación de una sal mercúrica (
4. Reacción Xantoproteica: Reactivo a base de ácido nítrico que sirve
para la identificación de proteínas con grupos aromáticos que son derivados del
benceno como la fenilalanina, tirosina y triptófano, mediante la formación de compuestos
nitrados amarillos. La intensidad del color amarillo se intensifica cuando la
reacción ocurre en una solución básica.
5. Prueba de Nitroprusiato: Es específico para aminoácidos o proteínas
que contienen azufre, -SH (cisteína y cistina) da un color rojo-púrpura llamado
“prueba de Mörner”
6. Prueba de
aldehído – Hopkin-Cole: La prueba de Hopkins-Cole es específica para el
triptófano, el único aminoácido que contiene un grupo de indol. El anillo de
indol reacciona con el ácido glioxílico en presencia de un ácido fuerte (ácido
sulfúrico) para formar un producto cíclico color violeta. El reactivo
Hopkins-Cole solo reacciona con proteínas que contienen triptófano. La solución
de proteína se hidroliza mediante el ácido sulfúrico concentrado en la interfaz
de la solución. Una vez que el triptófano está libre, reacciona con el ácido
glioxílico para formar el producto de color violeta (en forma de anillo).
e) Las
proteínas desempeñan un papel fundamental en el organismo. Son esenciales
para el crecimiento, gracias a su contenido de nitrógeno, que no está presente
en otras moléculas como grasas o hidratos de carbono.
También
lo son para las síntesis y mantenimiento de diversos tejidos o componentes del
cuerpo, como los jugos gástricos, la hemoglobina, las vitaminas, las hormonas y
las enzimas (estas últimas actúan como catalizadores biológicos haciendo que
aumente la velocidad a la que se producen las reacciones químicas del
metabolismo). Asimismo, ayudan a transportar determinados gases a través de la
sangre, como el oxígeno y el dióxido de carbono, y funcionan a modo de
amortiguadores para mantener el equilibrio ácido-base y la presión oncótica del
plasma.
Otras
funciones más específicas son, por ejemplo, las de los anticuerpos, un
tipo de proteínas que actúan como defensa natural frente a posibles infecciones
o agentes externos; el colágeno, cuya función de resistencia lo hace
imprescindible en los tejidos de sostén o la miosina y la actina, dos proteínas
musculares que hacen posible el movimiento, entre muchas otras.
Las
dos propiedades principales de las proteínas, que permiten su existencia y el
correcto desempeño de sus funciones son la estabilidad y la solubilidad.
La
primera hace referencia a que las proteínas deben ser estables en el medio en
el que estén almacenadas o en el que desarrollan su función, de manera que su
vida media sea lo más larga posible y no genere contratiempos en el organismo.
En
cuanto a la solubilidad, se refiere a que cada proteína tiene una temperatura y
un pH que se deben mantener para que los enlaces sean estables.
La
especificidad (su estructura hace que cada proteína desempeñe una función
específica y concreta diferente de las demás y de la función que pueden tener
otras moléculas), la amortiguación de pH (pueden comportarse como ácidos o como
básicos, en función de si pierden o ganan electrones, y hacen que el pH de un
tejido o compuesto del organismo se mantenga a los niveles adecuados) o la
capacidad electrolítica que les permite trasladarse de los polos positivos a
los negativos y viceversa, son propiedades secundarias.
Las
proteínas son susceptibles de ser clasificadas en función de su forma y en
función de su composición química. Según su forma, existen proteínas fibrosas
(alargadas, e insolubles en agua, como la queratina, el colágeno y la fibrina),
globulares (de forma esférica y compacta, y solubles en agua. Este es el caso
de la mayoría de enzimas y anticuerpos, así como de ciertas hormonas), y
mixtas, con una parte fibrilar y otra parte globular.
f) Los
aminoácidos que las forman pueden ser esenciales o no esenciales. En el caso de
los primeros, no los puede producir el cuerpo por sí mismo, por lo que tienen
que adquirirse a través de la alimentación. Son especialmente necesarias
en personas que se encuentran en edad de crecimiento como niños y
adolescentes y también en mujeres embarazadas, ya que hacen posible la
producción de células nuevas.
Están
presentes sobre todo en los alimentos de origen animal como la carne, el pescado,
los huevos y la leche. Pero también lo están en alimentos vegetales, como
la soja, las legumbres y los cereales, aunque en menor
proporción. Su ingesta aporta al organismo 4 kilocalorías por cada gramo de
proteína.
La cantidad
recomendada de proteínas que se han de consumir al día es de 0,8 gramos de
proteína por cada kilogramo de nuestra masa corporal.
CARBOHIDRATOS: Los carbohidratos son
unas biomoléculas que también toman los nombres de hidratos de carbono, glúcidos,
azúcares o sacáridos; aunque los dos primeros nombres, los más comunes y
empleados, no son del todo precisos, ya que no se tratan estrictamente de
átomos de carbono hidratados, pero los intentos por sustituir estos términos
por otros más precisos no han tenido éxito. Estas moléculas están formadas por
tres elementos fundamentales: el carbono, el hidrógeno y el oxígeno, este
último en una proporción algo más baja.
a) Existen cuatro tipos, en función de su
estructura química: los monosacáridos, los disacáridos, los oligosacáridos y
los polisacáridos.
Monosacáridos-
Son los más simples, ya que están formados
por una sola molécula. Esto los convierte en la principal fuente de combustible
para el organismo y hace posible que sean usados como una fuente de energía y
también en biosíntesis o anabolismo, el conjunto de procesos del metabolismo
destinados a formar los componentes celulares. También hay algunos tipos de
monosacáridos, como la ribosa o la desoxirribosa, que forman parte del material
genético del ADN. Cuando estos monosacáridos no son necesarios en ninguna de
las funciones que les son propias, se convierten en otra forma diferente como
por ejemplo los polisacáridos.
Disacáridos-
Son otro tipo de hidratos de carbono que,
como indica su nombre, están formados por dos moléculas de monosacáridos. Estas
pueden hidrolizarse y dar lugar a dos monosacáridos libres. Entre los
disacáridos más comunes están la sacarosa (el más abundante, que constituye la
principal forma de transporte de los glúcidos en las plantas y organismos
vegetales), la lactosa o azúcar de la leche, la maltosa (que proviene de la
hidrólisis del almidón) y la celobiosa (obtenida de la hidrólisis de la
celulosa).
Oligosacáridos-La
estructura de estos carbohidratos es variable y pueden estar formados por entre
tres y nueve moléculas de monosacáridos, unidas por enlaces y que se liberan
cuando se lleva a cabo un proceso de hidrólisis, al igual que ocurre con los
disacáridos. En muchos casos, los oligosacáridos pueden aparecer unidos a proteínas,
dando lugar a lo que se conoce como glucoproteínas.
Polisacáridos-
Son cadenas de más de diez monosacáridos cuya función en el organismo se
relaciona normalmente con labores de estructura o de almacenamiento. Ejemplos
de polisacáridos comunes son el almidón, la amilosa, el glucógeno, la celulosa
y la quitina.
En el ámbito de la
nutrición, es posible distinguir entre hidratos de carbono simples y complejos,
teniendo en cuenta tanto su estructura como la rapidez y el proceso a través
del cual el azúcar se digiere y se absorbe por el organismo.
Así, los
carbohidratos simples que provienen de los alimentos incluyen la fructosa (que
se encuentra en las frutas) y la galactosa (en los productos lácteos); y los
carbohidratos complejos abarcan la lactosa (también presente en productos
lácteos), la maltosa (que aparece en ciertas verduras, así como en la cerveza
en cuya elaboración se emplea el cereal de la malta), y la sacarosa (que se
encuentra en el azúcar de mesa o azúcar común).
Algunos alimentos que
son ricos en carbohidratos simples son las frutas y verduras, la leche y los
productos derivados de esta como el queso o el yogur, así como en los azúcares
y productos refinados (en los que también se produce el suministro de calorías,
pero a diferencia de los anteriores se trata de calorías vacías al carecer de
vitaminas, minerales y fibra); entre ellos se encuentran la harina blanca, el
azúcar y el arroz. En cuanto a los carbohidratos complejos, se incluyen
alimentos como legumbres, verduras ricas en almidón y panes y otros productos
que incluyan cereales integrales.
b) Los grupos
funcionales de este son los aldehídos, cetonas e hidroxilos.
c)
Podemos separar la palabra
carbohidrato en carbo, de carbono, e hidrato, deagua, que es un
compuesto de hidrógeno y oxígeno. De manera que los carbohidratos son
compuestos de carbono, hidrógeno y oxígeno. Los científicos usan símbolos
para representar los elementos y compuestos químicos.
d) Principales reacciones
de los carbohidratos:
Hidrólisis
de los carbohidratos- Los disacáridos y
polisacáridos deben ser hidrolizados es decir reducidos hasta monosacáridos,
por lo que la hidrólisis se lleva a cabo mediante la división de una molécula
de agua del medio. El hidrógeno del agua se une al oxigeno del extremo de una
de las moléculas del carbohidrato como lo puede ser el azúcar, mientras que el
grupo funcional OH se une al carbono libre del otro residuo de azúcar y como
resultado de esta reacción se tiene la liberación de un monosacárido, por otra
parte la glucosa es trasportada al interior celular por medio de proteínas que
se localizan en la membrana celular.
La hidrólisis del
almidón o de la celulosa da lugar a muchas moléculas de glucosa como se muestra
a continuación:
Deshidratación de los
carbohidratos.- Por lo general todos los carbohidratos reaccionan con el
reactivo de Molisch lo cual produce una disolución de color púrpura. Esto
ocurre porque el carbohidrato experimenta una serie de reacciones de
deshidratación sucesivas catalizadas por el ácido sulfúrico concentrado.
Degradación térmica.-
En la degradación térmica lo que se elimina es el átomo de carbono del grupo
aldehído y es el carbono asimétrico inferior
en la proyección de Fischer (carbono asimétrico más alejado del grupo
carbonilo eliminado) el que determina el enantiómero del gliceraldehído se forma
mediante la degradación sucesiva.
En la degradación de
una aldosa se elimina el átomo de carbono del grupo aldehído y se obtienen un
azúcar más pequeño. Los azúcares de la serie D dan lugar a D (+)-gliceraldehído
en la degradación a triosa. Por lo tanto, el grupo OH del átomo de carbono
asimétrico inferior de los azúcares D ha de estar a la derecha en la proyección
de Fischer.
e) Su
principal función en el organismo de los seres vivos es la de contribuir en el
almacenamiento y en la obtención de energía de forma inmediata, sobre todo al
cerebro y al sistema nervioso.
Esto se cumple
gracias a una enzima, la amilasa, que ayuda a descomponer esta molécula en
glucosa o azúcar en sangre, que hace posible que el cuerpo utilice la energía
para realizar sus funciones.
Aunque su función
principal es la energética, también hay ciertos hidratos de carbono cuya
función está relacionada con la estructura de las células o aparatos del
organismo, sobre todo en el caso de los polisacáridos. Estos pueden dar lugar a
estructuras esqueléticas muy resistentes y también pueden formar parte de la
estructura propia de otras biomoléculas como proteínas, grasas y ácidos
nucleicos. Gracias a su resistencia, es posible sintetizarlos en el exterior
del cuerpo y utilizarlos para fabricar diversos tejidos, plásticos y otros
productos artificiales.
f) Los especialistas
en nutrición sugieren adquirir del 45 % al 65% de las calorías diarias de los
carbohidratos y evitar a toda costa la comida rápida.
Si los consumes mucho
puedes llegar a sentirse muy cansado, cambios de humor; los altibajos en tus
niveles de glucosa pueden provocarte malestares, que se verán reflejados en tu
estado de ánimo. Sin embargo, esto no es lo único que va directo a tu torrente
sanguíneo, ya que aquellos alimentos con excesivo contenido de fibra y
almidones se transforman rápidamente para elevar tu glucosa.
Tu cuerpo va a
producir más insulina y esa es la razón porque te sientes malhumorado. Si te
excedes de carbohidratos, te sentirás peor. No puedes perder peso. Entre otras
cosas.
LIPIDOS
O GRASAS: Los lípidos son un conjunto de moléculas
orgánicas (la mayoría biomoléculas) compuestas principalmente por carbono
e hidrógeno y, en menor medida, oxígeno; aunque también pueden contener
fósforo, azufre y nitrógeno. En el uso coloquial, a los lípidos se los llama
incorrectamente grasas, ya que las grasas son solo un tipo de lípidos
procedentes de animales.
a) Los
lípidos tienen como característica principal el ser hidrófobos (insolubles en
agua) y solubles en disolventes orgánicos. Se los llama incorrectamente grasas,
ya que las grasas son solo un tipo de lípidos procedentes de animales. Cumplen
diversas funciones en los organismos vivientes.
b) Tienen
como característica principal el ser hidrófobos (insolubles en agua)
y solubles en disolventes orgánicos como la bencina, el benceno y el
cloroformo.
Los lípidos son moléculas muy diversas; unos están
formados por cadenas alifáticas saturadas o insaturadas, en general lineales,
pero algunos tienen anillos (aromáticos). Algunos son flexibles, mientras que
otros son rígidos o semiflexibles hasta alcanzar casi una total flexibilidad
mecánica molecular; algunos comparten carbonos libres y otros forman puentes de
hidrógeno. La mayoría de los lípidos tiene algún tipo de carácter no polar, es
decir, poseen una gran parte apolar o hidrofóbico ("que le teme al
agua" o "rechaza el agua"), lo que significa que no interactúa
bien con solventes polar como el agua, pero sí con la gasolina, el éter o el
cloroformo
Otra
parte de su estructura es polar o hidrofílica ("que tiene afinidad por el
agua") y tenderá a asociarse con solventes polares como el agua; cuando
una molécula tiene una región hidrófoba y otra hidrófila se dice que tiene
carácter de anfipático.
La región hidrófoba de los lípidos es la que presenta solo átomos de carbono unidos a átomos de hidrógeno, como la larga "cola" alifática de los ácidos grasos o los anillos de esterano del colesterol; la región hidrófila es la que posee grupos polares o con cargas eléctricas, como el hidroxilo (-OH) del colesterol, el carboxilo (-COOH-) de los ácidos grasos, el fosfato (-PO4-) de los fosfolípidos.
Los lípidos son hidrofóbicos, esto se debe a que el agua está compuesta por un átomo de oxígeno y dos de hidrógeno a su alrededor, unidos entre sí por un enlace de hidrógeno. El núcleo de oxígeno es más grande que el del hidrógeno, presentando mayor electronegatividad. Como los electrones tienen mayor carga negativa, la transacción de un átomo de oxígeno tiene una carga suficiente como para atraer a los de hidrógeno con carga opuesta, uniéndose así el hidrógeno y el agua en una estructura molecular polar.
Por otra parte, los lípidos son largas cadenas de hidrocarburos y pueden tomar ambas formas: cadenas alifáticas saturadas (un enlace simple entre diferentes enlaces de carbono) o insaturadas (unidos por enlaces dobles o triples). Esta estructura molecular es no polar.
Los enlaces polares son más enérgicamente estables y viables, por eso es que las moléculas de agua muestran una clara afinidad por los demás. Pero por el contrario, las cadenas de hidrocarburos no son capaces de establecer un grado sustancial de afinidad con las moléculas de agua y entonces no se mezclan. Los lípidos son insolubles en agua porque no hay adhesión entre las moléculas de agua y la sustancia lipídica.
La región hidrófoba de los lípidos es la que presenta solo átomos de carbono unidos a átomos de hidrógeno, como la larga "cola" alifática de los ácidos grasos o los anillos de esterano del colesterol; la región hidrófila es la que posee grupos polares o con cargas eléctricas, como el hidroxilo (-OH) del colesterol, el carboxilo (-COOH-) de los ácidos grasos, el fosfato (-PO4-) de los fosfolípidos.
Los lípidos son hidrofóbicos, esto se debe a que el agua está compuesta por un átomo de oxígeno y dos de hidrógeno a su alrededor, unidos entre sí por un enlace de hidrógeno. El núcleo de oxígeno es más grande que el del hidrógeno, presentando mayor electronegatividad. Como los electrones tienen mayor carga negativa, la transacción de un átomo de oxígeno tiene una carga suficiente como para atraer a los de hidrógeno con carga opuesta, uniéndose así el hidrógeno y el agua en una estructura molecular polar.
Por otra parte, los lípidos son largas cadenas de hidrocarburos y pueden tomar ambas formas: cadenas alifáticas saturadas (un enlace simple entre diferentes enlaces de carbono) o insaturadas (unidos por enlaces dobles o triples). Esta estructura molecular es no polar.
Los enlaces polares son más enérgicamente estables y viables, por eso es que las moléculas de agua muestran una clara afinidad por los demás. Pero por el contrario, las cadenas de hidrocarburos no son capaces de establecer un grado sustancial de afinidad con las moléculas de agua y entonces no se mezclan. Los lípidos son insolubles en agua porque no hay adhesión entre las moléculas de agua y la sustancia lipídica.
c) Se
encuentra dentro del grupo funcional CARBOXILICOS
d) En bioquímica, grasa es un término
genérico para designar varias clases de lípidos, aunque generalmente se refiere
a los acilglicéridos, ésteres en los que uno, dos o tres ácidos grasos se unen
a una molécula de glicerina, formando
monoglicéridos, diglicéridos y triglicéridos respectivamente.
Oxidación
- El mecanismo de oxidación consta de tres fases:
Inducción:
Los iniciadores suelen ser energía (luz, calor, etc.), trazas de metales
pesados, y radicales peróxidos que hacen que se produzcan radicales libres
activos. La acción de la energía provoca la descomposición del ácido graso en
un radical libre e ion hidrogeno, como muestra la siguiente figura:
Propagación:
Con la oxidación de los radicales libres en combinación con otros ácidos
grasos, se van formando hidroperóxidos y más radicales libres, que vuelven a
entrar en la cadena de oxidación.
Final:
La cantidad de compuestos reactivos es enorme y empiezan a interaccionar entre
ellos. La concentración de radicales peróxidos cae, ya que empieza a
estabilizarse la formación de productos deteriorados. Dada la estabilidad de
los productos originados en las reacciones de terminación, se finaliza la
actividad de oxidación. En la autooxidación de las grasas continúa
interviniendo un radical libre y la acción de la temperatura y de la luz. La
formación de nuevas cadenas favorecen la aceleración de la reacción global,
además la capacidad de reacción se favorece en presencia de determinados
metales como cobre y hierro.
Autooxidacion- La autooxidación empieza en las zonas de
instauración de las grasas o aceites, ya que son las más susceptibles, la
reacción ocurre de forma autocatalítica a través de radicales libres intermediarios
y se inicia habitualmente por trazas de metales y peróxidos que
se encuentran de forma ubicua como impurezas en
los alimentos. Se forman radicales Peroxi (RO2-), Alcoxi (RO-) o Alquilo (R-),
que quedan libres, y sustraen átomos de hidrógeno de
los ácidos grasos. Se tienen pruebas de que la reacción de oxidación lipídica
se inicia por la excitación de la moléculas de
oxígeno para que pase de un estado triple a un estado único, pudiéndose generar
por la presencia de luz o
algún otro tipo de energía radiante, pudiendo en esta forma excitada
el oxígeno ataca las dobles uniones de los ácidos grasos, formando un radical
lipoperóxido. Los compuestos formados en esta fase son muy inestables y tienden
a reaccionar rápidamente dando lugar a la fase de propagación.
Propagación-
En las reacciones de propagación se generan, como es conocido, más radicales
libres producto de que reaccione un radical libre con alguna otra molécula que
no es un radical, además de generar diferentes compuestos que propician olores y sabores
característicos de este proceso.
Terminación- La
reacción en cadena muchas veces se detiene muy rápido, ya sea por sustancias
protectoras llamadas cazadores de radicales o
por un fenómeno de recombinación en el curso del cual dos radicales más o menos
idénticos se unen de nuevo por medio de sus electrones
libres y detienen las reacciones en cadena que dañan todo tipo de
moléculas que se encuentren en su entorno.
a) Los
lípidos cumplen funciones diversas en los organismos vivientes, entre ellas la
de reserva energética (como los triglicéridos), la estructural (como los
fosfolípidos de las bicapas) y la reguladora (como las hormonas esteroides).
- Función de reserva energética. Los triglicéridos
son la principal reserva de energía de los animales ya que un gramo de grasa
produce 9,4 kilocalorías en las reacciones metabólicas de oxidación, mientras
que las proteínas y los glúcidos solo producen 4,1 kilocalorías por gramo.
- Función estructural. Los fosfolípidos, los glucolípidos y el colesterol forman las bicapas lipídicas de las membranas celulares. Los triglicéridos del tejido adiposo recubren y proporcionan consistencia a los órganos y protegen mecánicamente estructuras o son aislantes térmicos.
- Función reguladora, hormonal o de comunicación celular. Las vitaminas liposolubles son de naturaleza lipídica (terpenos, esteroides); las hormonas esteroides regulan el metabolismo y las funciones de reproducción; los glucolípidos actúan como receptores de membrana; los eicosanoides poseen un papel destacado en la comunicación celular, inflamación, respuesta inmune, etc.
- Función transportadora. El transporte de lípidos desde el intestino hasta su lugar de destino se realiza mediante su emulsión gracias a los ácidos biliares y a las lipoproteínas.
- Función biocatalizadora. En este papel los lípidos favorecen o facilitan las reacciones químicas que se producen en los seres vivos. Cumplen esta función las vitaminas lipídicas, las hormonas esteroideas y las prostaglandinas.
Tienen una Función térmica.
Las vitaminas A, D, E y K son liposolubles, lo que significa que solo pueden ser digeridas, absorbidas y transportadas junto con las grasas.
- Función estructural. Los fosfolípidos, los glucolípidos y el colesterol forman las bicapas lipídicas de las membranas celulares. Los triglicéridos del tejido adiposo recubren y proporcionan consistencia a los órganos y protegen mecánicamente estructuras o son aislantes térmicos.
- Función reguladora, hormonal o de comunicación celular. Las vitaminas liposolubles son de naturaleza lipídica (terpenos, esteroides); las hormonas esteroides regulan el metabolismo y las funciones de reproducción; los glucolípidos actúan como receptores de membrana; los eicosanoides poseen un papel destacado en la comunicación celular, inflamación, respuesta inmune, etc.
- Función transportadora. El transporte de lípidos desde el intestino hasta su lugar de destino se realiza mediante su emulsión gracias a los ácidos biliares y a las lipoproteínas.
- Función biocatalizadora. En este papel los lípidos favorecen o facilitan las reacciones químicas que se producen en los seres vivos. Cumplen esta función las vitaminas lipídicas, las hormonas esteroideas y las prostaglandinas.
Tienen una Función térmica.
Las vitaminas A, D, E y K son liposolubles, lo que significa que solo pueden ser digeridas, absorbidas y transportadas junto con las grasas.
f) La enfermedad
de Gaucher es la más común de las enfermedades de almacenamiento de
lípidos. Está causada por una deficiencia de la enzima glucocerebrosidasa.
Puede obtenerse material graso en el bazo, el hígado, los riñones, los
pulmones, el cerebro y la médula ósea. Los síntomas pueden ser agrandamiento
del bazo y el hígado, disfunción hepática, trastornos esqueléticos y lesiones
óseas que pueden causar dolor, complicaciones neurológicas graves, inflamación
de los ganglios linfáticos y (ocasionalmente) las articulaciones adyacentes,
abdomen distendido, una coloración pardusca en la piel, anemia, bajo recuento
plaquetario, y manchas amarillentas en los ojos. Las personas afectadas más
seriamente también pueden estar más susceptibles a infecciones. La enfermedad
afecta igualmente a hombres y mujeres.
La enfermedad
de Niemann-Pick es realmente un grupo de trastornos recesivos autosómicos
causados por una acumulación de grasas y colesterol en las células del hígado,
el bazo, la médula ósea, los pulmones y en algunos pacientes, el cerebro. Las
complicaciones neurológicas pueden incluir la ataxia, parálisis ocular,
degeneración cerebral, problemas de aprendizaje, espasticidad, dificultades
para alimentarse y tragar, habla incoherente, pérdida de tono muscular,
hipersensibilidad al tacto, y nubosidad corneal. Un halo rojo-cereza
característico se desarrolla alrededor del centro de la retina en el 50 por
ciento de los pacientes.
VITAMINAS: Las vitaminas son sustancias presentes en los
alimentos en pequeñas cantidades que son indispensables para el correcto
funcionamiento del organismo. Actúan como catalizador en las reacciones
químicas que se produce en el cuerpo humano provocando la liberación de
energía.
a) Las
vitaminas se clasifican usualmente en base a su capacidad de disolución en agua
(hidrosolubles) o en lípidos (liposolubles), lo cual determina mucho sobre su
estructura química y, por ende, los alimentos que las contienen.
Así,
de las 13 vitaminas necesarias para el cuerpo humano, tenemos:
Hidrosolubles.
La mayoría de las vitaminas del complejo B (B1, B2, B3, B5, B6, B7, B8, B9,
B12) y la vitamina C. El exceso de estas vitaminas se excreta por la orina
(excepto la B12), y deben consumirse diariamente.
Liposolubles.
Las vitaminas A, D, E y K. Estas vitaminas pueden almacenarse en el cuerpo y
por lo tanto no requieren de ingesta continuada.
Si
bien suelen abreviarse en una letra y un número, para poder agruparlas de
acuerdo a sus similitudes químicas (sobre todo las que integran el complejo B,
muy numeroso), los compuestos químicos de las vitaminas se denominan de la
siguiente manera:
Vitamina
A: retinolftalina.
Vitamina
C: ácido ascórbico.
Vitamina
E: tocoferol.
Vitamina
D: calciferol.
Vitamina
K: fitomenadiona.
Vitamina
B1: tiamina.
Vitamina
B2: riboflavina.
Vitamina
B3: niacina.
Vitamina
B5: ácido pantoténico.
Vitamina
B6: piridoxina.
Vitamina
B7 y B8: biotina.
Vitamina
B9: ácido fólico.
Vitamina
B12: cobalamina.
b)
c)
Las
vitaminas se dividen en dos grandes grupos:
Vitaminas hidrosolubles: son aquellas que se disuelven en el agua. En este grupo se encuentran las vitaminas C y las B1, B2, B3, B6 y B12. Su almacenamiento en el organismo es mínimo, por lo que la dieta diaria debe de cubrir las necesidades de estas sustancias. Con la práctica de la actividad física se produce gran número de reacciones metabólicas en las que están implicadas las vitaminas, por lo que el ejercicio intenso puede provoca carencias de estas vitaminas siendo necesaria la ingesta de suplementos.
Vitaminas liposolubles: el organismo las almacena en los tejidos, el hígado y la grasa. Son las vitaminas A, E, D y K. Son solubles en los cuerpos grasos, son poco alterables, y el organismo puede almacenarlas fácilmente. Dado que el organismo puede almacenarlas como reserva, su carencia estaría basada en malos hábitos alimentarios. Existe el riesgo de saturación si se consumen de forma excesiva e incontrolada.
Vitaminas hidrosolubles: son aquellas que se disuelven en el agua. En este grupo se encuentran las vitaminas C y las B1, B2, B3, B6 y B12. Su almacenamiento en el organismo es mínimo, por lo que la dieta diaria debe de cubrir las necesidades de estas sustancias. Con la práctica de la actividad física se produce gran número de reacciones metabólicas en las que están implicadas las vitaminas, por lo que el ejercicio intenso puede provoca carencias de estas vitaminas siendo necesaria la ingesta de suplementos.
Vitaminas liposolubles: el organismo las almacena en los tejidos, el hígado y la grasa. Son las vitaminas A, E, D y K. Son solubles en los cuerpos grasos, son poco alterables, y el organismo puede almacenarlas fácilmente. Dado que el organismo puede almacenarlas como reserva, su carencia estaría basada en malos hábitos alimentarios. Existe el riesgo de saturación si se consumen de forma excesiva e incontrolada.
Vitaminas liposolubles. Las vitaminas liposolubles, A, D,
E y K, se consumen junto con alimentos que contienen grasa. Son las que se
disuelven en grasas y aceites. Se almacenan en el hígado y en los tejidos
grasos.
d)
e) La
vitamina a: Es necesaria para la piel, las mucosas y la vista, su deficiencia
causa pérdida de agudeza visual. La dosis diaria necesaria varía según la edad,
sexo y etapa de la vida. Para jóvenes estudiantes como tú se requieren de 700 a
900 microgramos (µg) diarios.
La vitamina B1: Participa en el metabolismo de los carbohidratos
para la generación de energía, es indispensable en el funcionamiento del
sistema nervioso. Contribuye con el crecimiento y el mantenimiento de la piel.
Su carencia genera irritabilidad, pérdida de apetito, fatiga y depresión. Su
requerimiento diario promedio es de 1.2 miligramos (mg) para adultos.
La vitamina B2: Interviene en los procesos enzimáticos de
la respiración celular, en la síntesis de ácidos grasos, es necesaria para la
integridad de la piel, las mucosas y por su actividad oxigenante de la córnea
para la buena visión. Su carencia genera trastornos oculares, bucales, cutáneo,
cicatrización lenta y fatiga. Su requerimiento diario es de 1.4 miligramos (mg)
para adultos.
La vitamina B3: Participa en el
metabolismo de carbohidratos, proteínas y grasas, en la circulación sanguínea y
en la cadena respiratoria. Interviene en el crecimiento, funcionamiento del
sistema nervioso y el buen estado de la piel. Su carencia produce alteraciones
del sistema nervioso, trastornos digestivos, fatiga constante, problemas de
piel, úlceras bucales, encías y/o lengua. Los requerimientos diarios son de 12
a 18 miligramos (mg) para adultos.
La
vitamina B9: Es importante para la
correcta formación de las células sanguíneas, es componente de enzimas necesarias
para la formación de glóbulos rojos y su presencia mantiene sana la piel. Su
carencia provoca anemias, trastornos digestivos e intestinales, enrojecimiento
de la lengua y mayor vulnerabilidad a las lesiones. Ingesta diaria en adultos
400 microgramos (µg).
La vitamina C: Es necesaria para el
crecimiento y reparación de tejidos en todas las partes del cuerpo, es un
antioxidante que bloquea parte del daño causado por los radicales libres. La
ingesta de poca cantidad de esta vitamina puede provocar signos de anemia,
encías sangrantes, disminución de la taza de cicatrización de heridas,
resequedad en el cabello, formación de hematomas, gingivitis y sangrados
nasales. La ingesta diaria no debe rebasar los 2 gramos debido a que puede
provocar malestares estomacales y diarrea. Con la ingesta del jugo de una
naranja o una fresa es suficiente para cubrir el requerimiento diario que es de
80 miligramos (mg).
Entre otras más vitaminas….
f) Debido
a su solubilidad en grasas las vitaminas A, D, E y K pueden almacenarse en el
cuerpo en las células adiposas (ricas en lípidos) para tenerlas disponibles
cuando sea necesario lo cual significa que estas vitaminas no tienen que ser
tomadas diariamente; sino periódicamente. Si se toman en exceso pueden ser
tóxicas. En contraste, debido a su solubilidad en agua, la vitamina C y el
complejo B necesitan ser suministradas con frecuencia y en pequeñas cantidades;
bajo ciertas condiciones, cuando tomamos grandes dosis pueden ser tóxicas.
La deficiencia o carencia de vitaminas en la
alimentación puede producir trastornos, mientras que una ausencia total de
vitaminas en la dieta puede provocar enfermedades graves como el escorbuto.
MINERALES:
a) Los
minerales, micronutrimentos inorgánicos, son tan importantes como las vitaminas
y los obtenemos de fuentes externas como los alimentos y los suplementos
nutritivos para poder asegurar un adecuado suministro de ellos. Una vez que se
incorporan al organismo no permanecen estáticos, sino que son trasportados a
todo el cuerpo y eliminados en los desechos del organismo, al igual que
cualquier otro constituyente dinámico.
Los
minerales poseen las siguientes características que los definen:
Son
sustancias sólidas. Tienen naturaleza inorgánica; es decir, no proceden de
seres vivos. Su origen es natural: las sustancias creadas artificialmente en el
laboratorio no son minerales. Su composición química es definida; es decir,
están formados por una serie de elementos que se combinan siempre en una
proporción determinada. Tienen estructura cristalina; es decir, las partículas
que lo constituyen se ordenan en el espacio. Según lo anterior un mineral se
puede definir como un sólido inorgánico, con origen natural, composición
química definida y en la mayoría de los casos, estructura cristalina.
b)
c) De
acuerdo a la cantidad que se requiere de ellos se clasifican en macrominerales
y microminerales. La ingesta de los macrominerales es superior a los 100 mg,
estos son: sodio (Na), potasio (K), magnesio (Mg), calcio (Ca), fósforo (P),
azufre (S) y cloro (Cl). Los microminerales, cromo (Cr), manganeso (Mn), hierro
(Fe), cobalto (Co), níquel (Ni), cobre (Cu), zinc (Zn), molibdeno (Mo), flúor
(F), selenio (Se) y yodo (I), llamados también traza, se requieren en
cantidades menores a los 100 mg.
d)
e) Calcio-
Macromineral que junto con el fósforo y en menor cantidad que el flúor, son
necesarios para el desarrollo correcto de los huesos y dientes. Se necesita en
la coagulación de la sangre y en el mantenimiento del ritmo cardíaco,
importante en la contracción muscular. Se requiere una ingesta diaria de 1.3
gramos (g).
Potasio-
Macromineral, es esencial en la vida enzimática dentro de las células y en la
transmisión de impulsos nerviosos. Ayuda en la regulación del equilibrio
ácido-básico, en la síntesis de proteínas a partir de aminoácidos y en el
metabolismo de los carbohidratos. Necesario para la formación de los músculos y
el crecimiento normal del cuerpo. Ingesta diaria 4.7 gramos (g)
Sodio-
Macromineral, es importante en el intercambio de líquidos entre las células y
el plasma, en el equilibrio hídrico del cuerpo, esencial para la conducción de
impulsos nerviosos. Se encarga de repartir el agua en el cuerpo, formación de
sudor, jugos digestivos, etc. Ingesta diaria 2.3 gramos (g).
Magnesio-
Macromineral, interviene en la síntesis de ciertas proteínas, actúa como
anticoagulante sanguíneo, favorece la absorción de algunos minerales, forma
parte de muchas enzimas, participa en la transmisión de los impulsos nerviosos,
contracción de los músculos, desarrollo de dientes y huesos. Ingesta diaria 300
miligramos (mg).
Hierro-
Micromineral, interviene en la formación de la hemoglobina y de los glóbulos
rojos y en la actividad enzimática del organismo. Transporta el oxígeno de la
sangre y es importante para el correcto funcionamiento de la cadena
respiratoria. Ingesta mínima diaria 8 a 11 miligramos (mg).
Yodo-
Micromineral indispensable para la salud, se encarga de formar las hormonas
tiroideas, que regulan la actividad metabólica, el crecimiento, la
reproducción, las funciones neuromusculares, el sistema nervioso y el
crecimiento de la piel y el pelo. Ingesta diaria 100 a 200 microgramos (µg).
f) La
deficiencia de hierro es la deficiencia nutricional más frecuente en el mundo,
produciendo anemia en varones, mujeres y niños. Una alimentación inadecuada,
así como las hemorragias, que provocan una pérdida de hierro, producen una
deficiencia que se debe tratar con suplementos del mineral. Es probable que
esta deficiencia se produzca durante el embarazo debido a que la madre debe
suministrar una gran cantidad de hierro al feto en desarrollo. Las niñas
adolescentes en proceso de crecimiento y que comienzan a menstruar corren el
riesgo de desarrollar anemia provocada por la deficiencia de hierro si siguen
dietas que excluyen la carne.
Cuando
las reservas de hierro del cuerpo se agotan, se desarrolla la anemia. Los
síntomas incluyen palidez, uñas con forma de cuchara (una deformidad en la que
las uñas son delgadas y cóncavas), debilidad con disminución de la función
muscular y alteraciones en la conducta cognoscitiva.
El
diagnóstico de déficit de hierro se establece basándose en los síntomas y en
los resultados de análisis de sangre que indican anemia y concentraciones bajas
de hierro y ferritina, la proteína que almacena el hierro. La deficiencia de
hierro se trata con altas dosis del mineral una vez al día durante varias
semanas. Se debe continuar el tratamiento hasta que el número de glóbulos rojos
y las reservas de hierro vuelvan a valores normales.
Fuente:
·
Libro “La Nutrición es
conciencia” por José A. Lozano Teruel: https://www.um.es/lafem/Nutricion/Recomendaciones/02-NutrientesRecomendaciones.pdf
·
Libro “Bioquímica medica”
por John W. Baynes.
http://blog.pucp.edu.pe/blog/quimicaalimentos/2017/10/31/reacciones-de-reconocimiento-de-proteinas/
Comentarios
Publicar un comentario